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viernes, 15 de marzo de 2013

BENEDICTO XVI Y FRANCISCO I, MARCADOS POR LA DIFAMACIÓN Y EL ODIO DE LOS INTOLERANTES


Joseph Ratzinger, Jorge Bergoglio, Juan Pablo II

Ante la infamia de grupos ateos, marxistas, laicista y  masones, que difaman al anterior Papa Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) y el actual Papa Francisco I (Jorge Bergoglio), cabe recordar y saber, unas cuestiones personales sobre sus vidas y el entorno sociopolítico que les tocó vivir a Ratzinger y a Bergoglio

1º. Joseph Ratzinger nació en 1927 en la localidad bávara de Marktl am Inn, hijo de un gendarme rural que se mudó numerosas veces durante los 10 primeros años de vida del hasta ahora Papa. Era un católico profundamente creyente y hostil al nacionalsocialismo: "Veía con incorruptible claridad que la victoria de Hitler no sería una victoria de Alemania, sino del "Anticristo"". Por lo que fue varias veces represaliado. 
La ideología familiar no evitó a Ratzinger tener que afiliarse a las juventudes nazis (en aquellos días o te afiliabas o ibas a parar a un campo de concentración y eso si tenías suerte, de lo contrario simplemente te fusilaban) y servir durante la guerra en las baterías antiaéreas que protegían una fábrica de motores de aviación de BMW. Hoy son muchos los demócratas progresistas que anhelan tener o tienen un BMV, sin mirar su pasado y menos hacerle ascos... 
Al igual que Karol Wojtyla, la experiencia del nazismo (Nacional Socialismo Obrero) y del socialismo comunista, resulta clave en la conformación de su pensamiento. Del ejemplo que dio parte de la jerarquía católica al contemporizar con Hitler sacó la convicción de que: "LA IGLESIA NO PUEDE PACTAR CON EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS".


2º. A Jorge Bergoglio le toco vivir los tiempos revueltos de la Argentina de 1976, en el que imperaba el juego macabro de venganzas y asesinatos, protagonizado por dos bandos: la izquierda peronista 'montoneros' (activistas provenientes del nacionalismo católico, los Kirchner fueron militantes activos) y los militares 'fascistas' del régimen nacionalista católico y dictatorial de Videla, muy similar por cierto al de Castro en Cuba, que paradojicamente la progresia respeta y justifica. En estas circunstancias se vio obligado a ejercer su ministerio el entonces joven Bergoglio, defendiendo a la iglesia, a los pobres y a los perseguidos de ambos bandos, por esos dos regímenes totalitarios y condenados por todos los organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales.

En 1980, el dirigente de la organización Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), Adolfo Pérez Esquivel recibió el Premio Nobel de la Paz, exponiendo aún más al mundo las violaciones a los derechos humanos en Argentina. Ayer el premio nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel dijo que no hay nada que relacione al nuevo Papa con la dictadura.

A pesar de esa afirmación de Pérez Esquivel, hoy se ve publicada por varios medios una foto en que dicen Bergoglio (de espaldas) da la comunión a Videla (una falsedad para desprestigiarlo, ya que cuando mandaba Videla en Argentina que eran los años 70 Bergolio tenía unos treinta y pocos años). Pero curiosamente nadie hace mensión, de que cuando murió el ex-presidente Kirchner (que representaba el otro bando en litigio), en cuestión de horas Bergoglio decidió oficiar una misa por el eterno descanso de Kirchner en la Catedral metropolitana y pronunció en su homilía la siguiente frase: “El pueblo tiene que claudicar de todo tipo de posición antagónica frente a la muerte de un hombre ungido por el pueblo para conducirlo y todo el país debe rezar por él”. 
Además, en ese momento pidió que los ciudadanos no sean desagradecidos. “Sería una ingratitud que este pueblo no se una en oración por un hombre que cargó sobre su corazón, sobre su conciencia y sobre su hombre la unción de un pueblo que le pidió que lo condujera” ¿Por qué los 'miserables' que lo injurian no hablan de ese espíritu universal de redención?.

Visto lo cual, vuelve a ser muy útil el pensamiento de Karol Wojtyla y de Joseph Ratzinger que dice así: "LA IGLESIA NO PUEDE PACTAR CON EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS".

Y pienso que esa será la posición del nuevo Papa Francisco, que ha asumido este nombre en memoria de dos grandes santos de la Iglesia:

-San Francisco de Asís, que predicó la pobreza como un valor y propuso un modo de vida sencillo basado en los ideales de los Evangelios.

-Francisco Javier: Francisco es tocado muy profundamente por una frase de Ignacio de Loyola de la cual no se olvidará jamás, y que determinaría desde entonces el rumbo de su vida: "¿de qué sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma?".
Francisco elige desde ya ganar su alma y la de muchos.
Martmartu 1534: en compañía de siete compañeros, Francisco pronuncia sus votos de pobreza, castidad y peregrinación a Tierra Santa, según unos preceptos estrictos de Ignacio de Loyola.


P/D: Dicen desde Argentina que el Obispo Jorge  Bergoglio (jesuita), utilizaba los medios públicos de transporte, que rechazó vivir en el palacio obispal y que vivía en un pequeño piso. También se comenta que el mismo se hacia la comida y que dedica unas horas a visitar y servir a pobres y enfermos marginados. ¿Se puede pedir más pobreza espiritual?


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